El gran juicio sobre el cambio climático en la Corte Penal Internacional (CPI) concluyó este viernes tras dos semanas de testimonios de representantes de 98 países y una docena de organizaciones sobre las graves repercusiones en los países vulnerables. El Alto Tribunal emitirá una «opinión consultiva» sobre la responsabilidad de los países desarrollados en 2025, que se espera sirva de base para futuras disputas jurídicas internacionales.
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«El cambio climático no es una amenaza lejana, sino un peligro real y presente que afecta a nuestras vidas y pone en peligro la existencia de nuestros propios países», afirmó Vishal Prasad, director de Pacific Islands Students Fighting Climate Change (PISFCC.) ), que ha impulsado esta iniciativa sin precedentes ante la CPI.
Durante quince días, el panel internacional de 15 jueces escuchó el testimonio, entre otros, de Ara Kouwo, de 52 años, que describió cómo la ciudad de Weraibari, en Papúa Nueva Guinea, ha tenido que ser «reubicada» cuatro veces y planea una quinta a causa de la subida del nivel del mar y las inundaciones provocadas por tormentas cada vez más violentas.